A Juárez le agrada conocer esta noticia; piensa que es conveniente
divulgarla, por lo que contesta al gobernador de Guanajuato "que será
conveniente que (en) el
Periódico Oficial
del estado se diga el buen
resultado que ha dado el decreto de suspensión de garantías".
El gobernador de Aguascalientes, Juan Gómez Portugal, informa a
Juárez, el 4 de junio, que habiendo sido ajusticiado "el famoso bandido
Juan Chávez", la entidad ha quedado en completa paz, pues "se consiguió
ahuyentar a esos mismos ladrones y, de consiguiente, los caminos todos
están enteramente seguros."
El Gral. Juan M. Kampfner, contagiado de los rumores y consejas
que circulan por todas partes, ve moros con tranchetes y escribe
apresuradamente a Juárez desde Pachuca, el 9 de junio, avisando de
maquinaciones que parecen son auspiciadas por la Legislatura y el
gobierno local. Por fortuna se equivocó y días después tiene que escribir
rectificando que no hay tal conjura, reconoce sin embargo que "... ese
rumor sordo y traidor que precede a las revoluciones se deja oír aunque
vago; los mochos, los descontentos y traidores comienzan a aparecer un
poco descarados, hablando mal del gobierno y prediciendo una catástrofe
próxima..."
Fiel al criterio que sostuvo Juárez desde que fue gobernador de
Oaxaca de suprimir las comandancias militares de jurisdicción estatal
para que la seguridad pública quedara en las manos de los gobiernos de
los estados, se inicia, desde principio del año, la nueva organización del
ejército.
En lo general la medida fue recibida con agrado, con la excepción
del gobernador de Tabasco, Felipe J. Serra, quien razona señalando que
"... si bien los estados pueden cuidar de su orden interior, esto deberá
entenderse en los internos; pero en los puertos de mar se necesita
esencialmente de una fuerza que esté en estado de movilizarse y al
servicio de la federación..."
Un hermano masón, residente en Tampico, se dirige a Juárez,
colocando en la salutación la "h" con los tres puntos y la repite en la
despedida. Es el juez de distrito que, con buen juicio, va bosquejando la
complicada situación de Tamaulipas, culpando de ello al gobernador