devolución y en el público dice, que el cuerpo diplomático está dispuesto
a dar testimonio de que el presidente y el ministro de Relaciones, le
dieron su palabra de honor, de hacerle entrega personal del fondo
depositado en el Montepío. Por medio de esta confusión de especies y de
esta torpe intriga, ha procurado presentar al gobierno ante el público y
ante el cuerpo diplomático, como infiel a su palabra de honor. Esta
imputación puede figurar entre los informes del señor de Saligny a esa
corte y me ha parecido oportuno explicar a usted detalladamente los
hechos.
Otros muchos pudiera referirle para acentuar más la conducta del
señor de Saligny a dar a usted idea más exacta de su carácter; pero hay
uno al menos que creo no debo omitir. Usted recordará acaso que, al
restaurarse en México el orden constitucional, la familia del ex ministro
Muñoz Ledo simuló un arrendamiento de su casa en favor del ministro
francés, tomándolo como escudo contra la conspiración de que aquella
familia se veía amenazada. Bajo la fe personal del señor Saligny, quedó
en su poder todo el menaje doméstico de la familia y hasta la ropa de uso
de la señora Muñoz Ledo. Ésta ha hecho posteriormente gestiones para
sacar de la casa los objetos que se propuso salvar y se ha encontrado con
que el ministro francés invoca el simulado arrendamiento en que se
incluyó cuanto en la casa existía y amenaza a la familia con entregar
antes al fisco que a ella, los objetos que se le reclaman. Las
contestaciones que sobre este punto han mediado, salen fuera de lo
verosímil y ponen de manifiesto que el señor de Saligny ha heredado y
refinado las tradiciones de su predecesor a propósito del cual llamo la
atención de usted sobre los dos documentos que le incluyo y que aluden a
las relaciones del señor de Gabriac con el partido clerical de México.
En vista de lo que precede, no extrañará usted que le encarezca mis
recomendaciones sobre que se empeñe en rectificar los informes infieles
y apasionados que el señor de Saligny dará sin duda a su gobierno, sobre
todos los puntos de que arriba hago mérito y que llamé fuertemente la
atención del gobierno francés, sobre el marcado empeño de su
representante en agriar las relaciones con México, en suscitar
complicaciones y dificultades a la administración y en inventar y